Reflexionar sobre los enfoques de Auditoría Interna es esencial en un mundo empresarial en constante evolución. Uno de los dilemas recurrentes es decidir si debemos poner más énfasis en revisar los riesgos inherentes altos o los riesgos residuales altos.
Riesgos inherentes altos:
Representan los riesgos tal como se presentan inicialmente, antes de aplicar medidas de control. Su revisión es crucial para identificar amenazas potenciales y debilidades en los procesos.
Riesgos residuales altos:
Reflejan los riesgos que persisten después de aplicar medidas de control. Su análisis es fundamental para evaluar la efectividad de los controles existentes y su capacidad para mitigar los riesgos.
La elección estratégica: La decisión de enfocarse en riesgos inherentes altos o residuales altos depende de la estrategia de la organización y sus objetivos de auditoría. Ambos tienen su importancia:
- Priorizar riesgos inherentes altos: Puede ayudar a prevenir problemas antes de que ocurran y mejorar la gestión de riesgos desde la raíz.
- Examinar riesgos residuales altos: Permite asegurar que los controles existentes funcionen eficazmente y que los riesgos restantes estén bajo control.
Un Enfoque Equilibrado: Lo óptimo es un enfoque equilibrado. Combinar la revisión de riesgos inherentes altos y residuales altos proporciona una imagen completa de la gestión de riesgos de una organización. Esto permite una toma de decisiones informada y mejora la capacidad de adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio.